Algunos de los padecimientos en el ser humano no son generados por otra persona, sino por diversidad de factores encontrados en cualquier parte del mundo. Su remedio, la prevención.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la fiebre de Chikungunya es una enfermedad que se transmite al ser humano por mosquitos infectados. Los síntomas más comunes son: fiebre y fuertes dolores articulares, dolores musculares y de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas. Signos que pueden confundirse con el dengue. Lo lamentable es que aún no hay un tratamiento para curarlo, solo el alivio de los síntomas.

Se conoce por primera vez en Europa, en el año 2007, localizándose al noroeste de Italia, con más casos en Francia y Croacia. Hacia las últimas décadas, se ha propagado a Europa y América. De los cuales en más de 60 países de Asia, África, Europa y América se ha detectado que el virus se transmite de una persona a otra por la picadura de mosquitos hembra infectadas. En la mayoría de los casos son mosquitos Aedes aegypti y Adedes albopictus, las cuales también pueden propagar otro tipo de virus entre el que se encuentra el dengue.

Su actividad generalmente es nocturna, aunque sus actividades las realizan al principio de la mañana y final de la tarde. Ambas pican al aire libre, aunque lo pueden hacer en interiores.

Controlar y prevenir, consiste en reducir el número de depósitos de aguas naturales y artificiales que sirvan como criadero de los mosquitos. Es necesario movilizar a las comunidades durante los brotes, la aplicación de insecticidas ya sea por vaporización, matando los mosquitos a pleno vuelo, o bien sobre las superficies de los depósitos o alrededor de ellos. También puede aplicarse insecticidas para tratar los depósitos de agua con el fin de matar las larvas inmaduras.

Se recomienda utilizar prendas que reduzcan la exposición de la piel, aplicar repelente al cuerpo o a la ropa y respetar las instrucciones de uso de cada producto. Los vaporizadores y espirales insectífugas como los mosquiteros son una fuente de protección para interiores. Y si se contempla viajar, es igualmente importante tomar medidas precautorias.

Los repelentes, no garantizan la completa eliminación del mosquito, pero ayudan a mantenerlos alejados.