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Armando Ahued aseguró que hay suero suficiente para quien sea picado por alguna araña.

El titular de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, Armando Ahued, hizo un llamado a la calma, luego de que empezó a correr por las redes sociales que había un incremento de la araña violinista, lo que ha inquietado a la gente.

“Queremos llamar a la calma, no hay una explosión de arañas, ni de el número de casos”, externó el funcionario local en entrevista con Ciro Gómez Leyva, en Por la Mañana.

Explicó que de esta araña existen casi de 40 especies: “Araña sotanera de los rincones, mide 2.5 centímetros, habita en lugares húmedos y fríos, sótanos, troncos de madera, rara vez ataca a las personas, son excepcionales”.

Aseguró que las arañas sí son sensibles a la fumigación, aunque llamó la higiene y limpieza.

Indicó que el año pasado hubo solo un caso de picadura de esta araña, y aunque hay un suero especial, “prácticamente se han caducado los sueros porque no hay casos”.

En este contexto, pidió tener mucho cuidado con lo que se dice en redes sociales, pues no hay evidencia de crecimiento de picaduras.

Insistió en que sí hay suero y que cualquiera que sea picado por una araña que vaya al médico.

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La imagen idílica de las palomas revoloteando en una plaza pública ha pasado a la posteridad. Las ciudades y los pueblos están literalmente invadidos por estas aves que se multiplican con rapidez ocupando y dañando el mobiliario urbano y convirtiéndose en un potencial riesgo para la salud.

Las enfermedades infecciosas que las palomas pueden transmitir a los humanos no es algo común ya que es necesario un contacto directo con este ave o con sus excrementos, una de las principales vías de transmisión.

Pero eso no significa que estos animales no transmitan enfermedades mediante agentes infecciosos como virus, hongos y bacterias que causan alergias y dolencias respiratorias. Estas son las patologías más comunes:

Psitacosis o clamidiosis

La bacteria Chamydia Psittaci es la responsable de la psitacosis, enfermedad habitualmente transmitida por loros, periquitos y papagayos, aunque también las palomas pueden ser infectadas y convertirse en transmisoras de esta bacteria al hombre por vía respiratoria, secrecciones nasales, excrementos o tejidos y plumas, según una publicación del Instituto de Alimentos y Ciencias Agrícolas de la Universidad de Florida (Estados Unidos).

Esta enfermedad provoca en el hombre cuadros similares a la neumonía y a la gripe e incluso dolencias digestivas ya que esta bacteria penetra en el organismo a través de las vías respiratorias y se propaga por el torrente sanguíneo para invadir el pulmón, el bazo e hígado.

La psitacosis es una enfermedad más frecuente en personas que están en contacto directo con las aves, como aquellos que trabajan en plantas avícolas.

Salmonelosis

Los excrementos de las palomas pueden ser una vía de infección de la salmonela, una infección bacteriana que puede llegar a través de alimentos contaminados e incluso por la ropa tendida, explica Manuel Pizarro, profesor de anatomía patológica en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en aves.

El cuadro que provoca en el humano es de fiebre, diarrea, náuseas, vómitos y dolor abdominal.

Alveolitis alérgica

Es una reacción alérgica, una hipersensibilidad a las plumas y al polvo fecal de las palomas y se produce por una exposición continua de un individuo a estas aves, como los que trabajan en un criadero realizando tareas de limpieza de las casetas.

Provoca la inflamación de los alveolos de los pulmones y los síntomas son tos, dificultad para respirar, fiebre y escalofríos. Se puede confundir con un resfriado.

Criptococosis

El Crytococcus Neoformans es un hongo que se localiza en el excremento de las palomas. En realidad el reservorio (donde se aloja el hongo) es el suelo con el excremento y no el animal.

Según el estudio de la Universidad de Florida, la transmisión se produce por inhalación de levaduras parecidas a los hongos, aunque puede ocurrir ocasionalmente por ingestión.

Los humanos pueden adquirir esta enfermedad si están en contacto con los nidos de las palomas donde también se concentran parásitos y piojos propios de estas aves.

La criptococosis en humanos se manifiesta como meningitis o meningoencefalitis y es usualmente precedida por una infección pulmonar con tos, estornudos con sangre, fiebre y malestar.

Medidas para controlar la sobrepoblación

Las palomas se han aclimatado perfectamente al hábitat urbano donde instalan sus nidos en cualquier tejado o recoveco de los edificios de las ciudades o pueblos y donde se alimentan en contenedores, vertederos, campos de trigo y cereales.

Estas aves se pueden reproducir varias veces entre los meses de marzo y agosto y suelen tener uno o dos pichones cada vez.

Por eso la sobrepoblación de palomas se han convertido en un problema para los ayuntamientos que ponen en marcha programas de control.

En el Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, existen medidas para controlar y lograr un cohabitación sin riesgo y acorde con el medioambiente.

José María Cámara, veterinario y responsable de Plagas de Madrid Salud del ayuntamiento madrileño, considera que en Madrid no existe una “invasión” de palomas por las acciones puestas en marcha que no contemplan el exterminio pero sí la captura (más de 3.000 palomas al año sobre una población estimada de 70.000) y traslado a palomares del medio rural.

El problema radica en la paloma bravía, la común de los palomares y utilizada como mensajera, que anida en los edificios frente a las otras especies que han llegado a las ciudades, la torcaz y la tórtola, que lo hacen en los árboles.

Desde el Ayuntamiento de Madrid se prohíbe alimentar a estas aves y se requiere la vigilancia y correcta conservación de los edificios para evitar que a través de cualquier hueco puedan encontrar una vía de entrada y anidar en los tejados, limitando así la capacidad de proliferación y, por tanto, que se conviertan en un riesgo para la salud.

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La sala de cine de Jenny Read no exhibe “La Guerra de las Galaxias”, pero su sencillo invento es muy innovador a su manera.

Read y sus colegas de la Universidad de Newcastle, Reino Unido, han construido el primer cine para insectos. En específico, para mantis religiosas que usan diminutas gafas 3D.

Su objetivo: confirmar que las mantis religiosas pueden ver en 3D, capacidad que los científicos denominan estereopsis o visión binocular.

Y los resultados, publicados hace poco en Scientific Reports, demuestran que tienen razón.

En la estereopsis, cada ojo detecta sutiles diferencias en la ubicación de un objeto, y de esa manera el cerebro calcula la distancia a que se encuentra el objeto. La mayoría de los humanos tiene estereopsis, igual que muchas aves e insectos.

“Desde el punto de vista de un insecto, la ventaja de la visión binocular es que te da una determinación precisa de la profundidad casi instantáneamente”, dijo Simon Laughlin, neurocientífico de la Universidad de Cambridge, quien ha estudiado la visión de los insectos desde hace 45 años.

La capacidad para juzgar la distancia es crítica para los depredadores que buscan comida, y para las presas que intentan evitar convertirse en la cena, agrega Laughlin, quien no participó en el estudio.

Hace 30 años, uno de los estudiantes doctorales de Laughlin, Sam Rossel, aportó los primeros datos de que las mantis religiosas podrían tener visión 3D como los humanos.

Era una propuesta extraña, pues los ojos de los insectos evolucionaron independientemente de los de las personas, y se suponía que la estereopsis era una característica de los mamíferos con ojos orientados hacia el frente. Sin embargo, el estudio de Rossel, publicado en Nature, en 1983, sugería lo contrario.

En los experimentos, las mantis observaron una serie de discos móviles que imitaban el movimiento de sus presas.

Desde entonces, nadie volvió a trabajar gran cosa en el tema, hasta que Read tuvo un conversación casual con una colega, quien acababa de recibir un embarque de mantis religiosas africanas (Sphodromantis lineola).

“Mencionó que tenían visión 3D y preguntó si me interesaría estudiar algunos ejemplares. Contesté, ‘Por supuesto’”, recuerda Read.

Matiné de insectos apetitosos

Primero, el equipo creó gafas 3D en miniatura, como las gafas clásicas que se usaban hace años para ver películas 3D.

Como las mantis no perciben bien el color rojo, los investigadores usaron lentes azules y verdes, las cuales fijaron a la frente del insecto usando una minúscula cantidad de cera de abeja y un tipo de resina.

“Si entonces me hubieras dicho que en 20 años estaría haciendo películas para insectos, no te habría creído.” Jenny Read

Universidad de Newcastle

Luego, colgaron a la mantis cabeza abajo (su postura predilecta para cazar) frente a un monitor de computadora, con una separación de unos 10 centímetros.

Los científicos proyectaron “películas” que, en realidad, eran una serie de discos móviles que semejaban los movimientos de presas de mantis. “Los habría percibido como un insecto apetitoso flotando frente a ella”, dijo Read.

Si tenía visión 3D, la mantis solo atacaría cuando su “presa” pareciera estar a unos 2 centímetros de su cara.

Y eso fue justamente lo que grabaron Read y su equipo.

“Es un trabajo de muy alta calidad”, asegura Laughlin.

Próximos estrenos

Parece un final digno de Hollywood, pero solo es el principio para los científicos que estudian la visión de los insectos. Por ejemplo, Read aún no sabe cómo funciona, exactamente, la visión 3D de la mantis, y está decidida a averiguarlo.

“Tengo un doctorado en astrofísica teórica”, agrega. “Si entonces me hubieras dicho que en 20 años estaría haciendo películas para insectos, no te habría creído”.

Autor: Carrie Arnold

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Conferencia 6 de Agosto 4pm.

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