Introducción
Existen gran variedad de insectos que penetran, invaden y dañan la madera. Los daños los causan al alimentarse o formar sitios de reproducción y/o protección. Se les llama, en forma genérica, insectos xilófagos o, para algunas especies en particular, se denominan polillas.
Los insectos que atacan la madera, ya sea de construcción, protección, ornamental, artesanal, muebles, etc., pertenecen a los grupos denominados: coleópteros (carcomas, escarabajos pulverizadores, etc.), isópteros (termitas u hormigas blancas) o himenópteros (hormiga carpintera y abeja carpintera).
Se ha observado que también los libros (por la celulosa que contienen) pueden ser seriamente dañados por termitas y algunos de estos escarabajos.
A las plagas insectiles de la madera urbana les podríamos llamar “enemigos invisibles”, pues generalmente, cuando han ingresado a las estructuras, el daño no se detecta en forma inmediata y cuando se realiza la inspección hay gran deterioro de la madera, especialmente en vigas estructurales y pisos de madera.