garrapata

La dispersión de algunos agentes y focos de infección de enfermedades, pueden aumentar los problemas de salud pública. Lo más preocupante es que con el tiempo se están convirtiendo en un riesgo, además de un reto para su control.”

Guadalupe Miró y ESCCAP España

1. Dpto. de Sanidad Animal, Facultad de Veterinaria, UCM

2. European Scientific Counsel Companion Animal Parasites

Las garrapatas pertenecen a una de estas dos familias: Ixodidae (garrapatas duras), Argasidae (garrapatas blandas). En perros y gatos se desarrollan las garrapatas duras.

Existen más de 12 especies distintas, con biología y distribución geográfica.

En todas sus etapas de desarrollo, son parásitos que se alimentan exclusivamente de sangre en forma temporal. Van pasando de unos días a varias semanas prendidas de su hospedero.

Las hembras de las garrapatas, pueden aumentar su peso hasta 120 veces después de ingerir sangre antes de hacer la puesta de huevos, para llegar a medir hasta un centímetro de longitud cuando están embarazadas, ya que parecen como un chícharo.

Entre las garrapatas que parasitan a perros y gatos se encuentran principalmente a los géneros Ixodes, Rhipicephalusy Dermacentor, además de la Haemaphysalis e Hyalomma, sobre todo en países como Europa (al norte) y Gran Bretaña.

Las garrapatas más comunes en perros y gatos son las Ixodes spp, mientras que las del género Hyalomma, están distribuidas por el sureste europeo únicamente.

Su distribución geográfica como densidad, están determinadas por el clima/microclima y la densidad de hospedadores, aunque puede variar por los cambios climáticos.

Por ejemplo en climas meridionales, las especies de garrapatas como R sanguineus y otras, prevalecen durante primavera y verano aunque pueden alimentarse en todo el año.

Las garrapatas se pueden encontrar en toda la superficie corporal, sin embargo prefieren las áreas ventrales y zonas corporales de piel más fina como: cara, orejas, axilas y regiones interdigital, inguinal y perianal.

En casos severos de infección, puede desencadenar a la anemia.

La lesión que produce su picadura, puede infectarse o bien, formarse micro abscesos como reacción a su aparato bucal. En especial cuando se extrae de forma incorrecta y su sistema de fijación queda en el lugar de la picadura.

Las garrapatas tienen una función importante dentro de los vectores de agentes patógenos, ya que pueden provocar diversas enfermedades, cuyos agentes patógenos han transmitido.

Diagnostico

Para su diagnóstico debe identificarse la existencia de este parasito, aunque su detección es poco notoria (tanto larvas como ninfas), ya sean hembras o machos. Su percepción requiere de cierta experiencia y debe realizarse en laboratorios especializados.

Si no se observan garrapatas, se pueden identificar las reacciones cutáneas próximas a la picadura o los pequeños nódulos inflamatorios.

Aunque si ha transmitido algún patógeno, su diagnóstico puede dificultarse, ya que algunos signos clínicos se relacionan con ciertas enfermedades vectoriales y pueden ser poco claros. Por ello, es vital solicitar una historia clínica detallada ante cualquier situación.

Tratamiento

Es importante retirar de inmediato las garrapatas que puedan estar visibles para evitar la transmisión de EGT (Enfermedades Transmitidas por Garrapatas), ya que existe una variedad de instrumentos auxiliares para retirar las garrapatas prendidas a la piel e incluir el uso de guantes para su extracción.

Luego de ser diagnosticado, debe iniciarse el tratamiento profiláctico acaricida durante la estación de riesgo tanto en el paciente como a los animales que convivan con él.

Prevención

Al tratar el medioambiente con acaricidas las garrapatas no pueden actuar, ya que no viven en el hospedero y su distribución se encuentra en el exterior y casi siempre en lugares inaccesibles.

Es importante tomar en cuenta las condiciones climáticas, las diferencias geográficas, entre otros factores al momento de la aplicación de la profilaxis en el animal, ya que puede prevalecer o mantenerse activo en cierta estación del año.

Por ello, examine de manera regular a los animales, en especial al final del periodo en el que están protegidos, para asegurarse de que se ha eliminado cualquier garrapata visible, repetir el tratamiento en caso de considerarlo oportuno.

Así como recordar que la eficacia de su duración es diversa para los distintos tipos de garrapatas. Por ello se hace énfasis a la inspección visual y verificar que el tratamiento sigue surtiendo efectividad.

Si un perro o gato viaja a zonas donde exista una posible infestación, deben recibir regularmente una aplicación de acaricidas y establecerse la duración de la eficiencia de un producto, partiendo del prospecto, ya que, esta información ayudará a educar a los propietarios para alcanzar un alto grado de cumplimiento y que le hayan explicado correctamente los intervalos de cada tratamiento.

Los gatos suelen padecer menos que los perros por sus hábitos de aseo. No obstante, deben tratarse también con acaricidas apropiados, no sin antes subrayar que las sustancias como los piretroides sintéticos o amidinas son tóxicas para ellos.

Por todo lo anterior, debe evitarse o limitarse el acceso a zonas con alto riesgo de infección por garrapatas, o aquellas épocas en las que las garrapatas tienen mayor actividad. Así como la inspección activa de garrapatas en animales domésticos cuando están de vuelta en casa para su eliminación.

Recomendaciones

Hay que tomar en cuenta algunas sugerencias para evitar una difusión mayor de las garrapatas.

  1. En casos mínimos de riesgo ya sea por animales con acceso restringido al exterior o sin acceso.

Es importante hacer un examen visual constante, ya que si se encuentra alguna garrapata, esta se pueda extraer de manera manual.

En todo caso, realizar una aplicación de acaricida para asegurarse de que estos parásitos han sido eliminados.

  1. En caso de riesgo moderado.

Cuando el acceso al exterior de los animales es moderado o que exista un riesgo de infestación indefinido, se recomienda realizar tratamientos de forma regular de acuerdo con las recomendaciones del especialista. Para alcanzar una protección continúa durante la actividad de las garrapatas.

Ya que pueden sobrevivir en casas o colectividades y los tratamientos podrían ser necesarios durante todo el año.

  1. En caso de infestación continua.

Debe tratarse de manera regular tomando siempre en cuenta las recomendaciones del fabricante y veterinario, en cuanto a las medidas de control para asegurar su protección a lo largo del año.

  1. Alto riesgo de transmisión de ETG.

En áreas de alto riesgo, los animales de compañía corren el riesgo de contraer este tipo de enfermedades. Por lo que deben tratarse de manera periódica siguiendo las recomendaciones del fabricante para su protección.

Los acaricidas con actividad repelente tienen un efecto inmediato, ya que previenen la picadura y reducen la posibilidad de contraer ETG, en especial de aquellas enfermedades que se transmiten al final de la ingestión de sangre.

  1. Plan “PETS”.

En el caso de Gran Bretaña los hurones, gatos o perros que regresan o entran desde el extranjero, han debido recibir un tratamiento veterinario con un acaricida registrado de 24-48 horas antes de su entrada a este lugar.

Cabe señalar que los collares con acaricidas no son aceptados como parte del tratamiento y deben estar registrados en el pasaporte de los animales de compañía de la Unión Europea. Lo que está certificado por un veterinario oficial del país de origen.

  1. Infestación de perreras o casas.

En caso de existir una infestación se puede utilizar un tratamiento acaricida de forma constante en los animales de compañía. El cual, este adicionado de un tratamiento medioambiental con un compuesto de un grupo químico diferente.

En la mayoría de los principios activos de estas fórmulas especiales para casas o perreras, pertenecen a los mismos grupos químicos que los que se usan para los animales de compañía.

Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un estudio sobre la revisión de pesticidas y aplicaciones, en el cual contiene secciones sobre su uso y cuidado para el medioambiente.

Enfermedades por ETG y zoonis

Todo veterinario tiene que informar los protocolos para el control de infestaciones por ectoparásitos al personal de la clínica y a los propietarios de animales de compañía.

Toda transmisión de patógenos puede realizarse a través de la saliva, cuando la garrapata se alimenta o en algunos casos, cuando el animal ingiere la garrapata.

No existe un riesgo de contagio directo de ETG con las garrapatas que están prendidas a un perro o gato.

Algunas transmisiones pueden ser a través de la hembra en gravidez a toda su cadena por procrear y en algunos otros casos, cuando entra en estado evolutivo y cuando se alimentan.

tabla garrapatas

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