Por M.Mkt. Ing. Raúl Campos Ramos

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Cuando alguna persona me pregunta “¿qué es ese bicho?” Y yo les contesto: “Es una ninfa de cucaracha alemana”, se me quedan viendo con ojos de: “¡este tío me quiere ver la cara de imbécil!”. Pues no, no pretendo eso. Para la gente en general las cucarachas son cucarachas y punto, inclusive hasta las que no son cucarachas. Sin embargo, es muy importante para nosotros hacer notar que existen diferentes especies que infestan las casas, y especialmente la cucaracha alemana (Blatella germanica L.), es un dolor de cabeza mundial, pues es de las especies con mayor tasa de reproducción y con más resistencia a los plaguicidas autorizados.

Por ello, el control de la cucaracha alemana requiere normalmente de una mayor inversión en productos, estrategia y tiempo. Esta cucaracha no distingue a ricos de pobres; a limpios de sucios; a nobles o plebeyos… Simplemente, si encuentra la posibilidad de establecerse, lo hará. Y ojo: normalmente las lleva usted mismo a su casa, oficina, etc., aunque a la gente le gusta decir “se me vinieron de la casa de al lado”. Y curiosamente ninguna señora ha tenido esta plaga en su cocina. Claro, se asocian con suciedad; pero ¿por qué se vende tanto insecticida en aerosol?

Y hablando de termitas, les cuento que en una ocasión en algún camión platicando con el pasajero de junto, éste me afirmó con total convicción que “las termitas no existían, que eso era un invento de los gringos al igual que los dinosaurios y los astronautas”. A partir de ese momento le cambié de tema al futbol y su estado de ánimo mejoró. A diferencia de otras plagas, las termitas (conformadas por varios géneros y especies) normalmente no se ven porque tienen aversión a la luz, aunque podemos detectar su presencia por daños y otros signos característicos.

Aún es posible encontrar en el mercado y para todo el público preparaciones anti-termitas a base de pentaclorofenol para el tratamiento de madera a la “hágalo usted mismo”, un químico que es muy peligroso y se supone está restringido. Por favor: no se arriesguen, “zapatero a tus zapatos” y planifiquen con un especialista la mejor y más segura solución preventiva o correctiva.

Para el control de estas dos plagas, yo siempre he dicho que:

1. El mejor producto del mundo, mal usado, no les va a funcionar. Mejor recurran a un especialista que no sólo utiliza productos químicos y conoce la biología de la plaga.

2. Los productos no contaminan. Contaminan los que no saben qué están aplicando, y si los aplican mal. Hoy en día para el control de estas dos plagas se utilizan de los químicos más amables que hay en el mercado, pero con nuevas formulaciones y métodos de aplicación.

3. Si lo que usted busca es un milagro para que de la noche a la mañana desaparezcan estas plagas de su casa u oficina, le sugiero haga una visita, ya sea a la basílica de Guadalupe o con la Virgen de San Juan de los Lagos. La fe también funciona.

Hasta la próxima.