jardin1_webPlagas Y Enfermedades Del Jardín

M.C. JAIME SANTILLAN SANTANA

 

 

En esta charla veremos casi todo lo que puedes hacer para evitar que tus plantas sean atacadas por plagas o enfermedades, es decir, para PREVENIR ya que en la realidad los productos son preventivos y no combativos.

 

Los problemas en un jardín pueden ser causados debido a dos factores:

 

A. Plagas: insectos, ácaros, caracoles, nematodos, topos, pájaros, gatos...

 

B. Enfermedades: hongos, bacterias y virus.

 

Si a pesar de seguir los siguientes consejos se produjera la infestación (plaga) o la infección (enfermedad), entonces se debe actuar CURATIVAMENTE, es decir, empleando insecticidas químicos, insecticidas ecológicos, trampas, captura manual, podas de saneamiento, etc.

 

Como podrá comprobar a continuación, la mayor parte de las medidas preventivas van encaminadas a que las plantas estén FUERTES Y VIGOROSAS, ya que así serán mucho más resistentes a los insectos y enfermedades. Éstos, atacan preferentemente a las plantas débiles.

 

MÉTODOS PREVENTIVOS:

 

Las siguientes son medidas que deberían tomarse en consideración para lograr prevenir el ingreso de plagas y enfermedades hacia nuestro jardín.

 

Se debe realizar la compra únicamente de plantas de calidad, bien criadas, con buenas raíces pero no congestionadas, con tallos vigorosos, bien proporcionadas y lozanas. Estas deben ser inspeccionadas por si traen alguna enfermedad, plaga o herida. En caso afirmativo, deben ser rechazadas.

 

Las plantas deben ser elegidas de acuerdo al Clima. Elige especies que vivan bien en tu clima. Por ejemplo: plantar una palmera Kentia en el exterior con un clima frío... o se muere por heladas o vivirá fatal, quedando débil y a merced de plagas y enfermedades. Si se quieren tener especies no adaptadas al clima conllevará más riesgos de ataques parasitarios puesto que no vivirá en un lugar idóneo para ella. En este sentido, en general, las especies autóctonas son más resistentes a las plagas y enfermedades que las especies exóticas. Piensa en ellas para tu jardín.

 

Se debe conocer bien el suelo y elegir las especies adecuadas a las características del suelo de tu jardín. Algunos ejemplos: Si plantas árboles, debes comprobar la existencia o no de capas compactadas subterráneas o rocas superficiales, porque pueden provocar asfixia radicular y mal anclaje. Cuidado con los rellenos de restos de obra, que es una constante en nuestro país. Debes considerar el tipo de suelo que tienes, si tiene demasiada cal (suelo calizo) podría aparecer la clorosis férrica por falta de Hierro. No plantes en estos suelos plantas acidófilas como Hortensia, Gardenia, Azalea, Rododendro, Brezo, Camelia, etc. porque sufrirán demasiado estrés. Mejora las características del suelo: labranza, abono orgánico (turba, estiércol, mantillo), drenajes si es necesario por ser un suelo que se encharca largo tiempo.

 

En el caso de céspedes se deben elegir especies y variedades adecuadas al clima, suelo y condiciones particulares de tu jardín. Hay mezclas para sombra, otras son más adecuadas para soportar mucho pisoteo, para resistir la sequía, etc.

 

Si en el entorno de tu jardín hay ataques de hongos como el caso de Seiridium en setos o ejemplares de Ciprés, Macrocarpas o Arizónicas, no plantes estas especies, sino otras que no sean susceptibles al Seiridium porque ahí existe alto riesgo de infección, de parte de las enfermas a las sanas.

 

Hablando de virus, cada año salen nuevas variedades al mercado de hortalizas y flores con resistencia a virus, hongos, etc. Compra las variedades resistentes. En rosales también hay variedades más propensas a la Roya o al Mildiu que otras. Evítalas.

 

Se debe plantar en un lugar adecuado protegido del viento fuerte ya sea mediante setos, mallas, verjas, etc., si la planta es de sombra, no la pongas a pleno sol; por ejemplo, una Hosta se puede quemar si está al sol la mayor parte del día.

 

Si no vas a regar, no elijas especies que exijan mucha agua, da preferencia a las resistentes a la sequía. Se debe proteger del frío (heladas), por ejemplo, arbustos o frutales pequeños aun en espaldera se pueden cubrir con plástico si se prevé una noche muy fría.

 

No plantes muy denso, esto provoca competencia entre los individuos por el espacio, el agua, los nutrientes y al final resultan plantas débiles y delgadas, lo cual las hace más susceptibles a plagas y enfermedades, sepáralas convenientemente. Una forma de poder realizar una desinfección y causar graves problemas es la solarización. El suelo del huerto o el jardín entero se puede desinfectar antes de plantar mediante la técnica de la solarización. Consiste en cubrir el suelo previamente regado y labrado con un plástico, el cual se sella por los extremos enterrándolo. Se deja que el suelo se "cuece" por el sol varias semanas y mate así a nematodos, hongos, e insectos que viven en el suelo, así como bacterias y semillas de malezas.

 

El sustrato utilizado para macetas no debe contener ni enfermedades ni plagas. Compra un sustrato de calidad. En cantidades pequeñas se puede esterilizar metiéndolo en el horno o microondas, aunque si es un sustrato de calidad este ya viene tratado de fábrica. Esto último se practica a veces para siembras, por ejemplo, de Cactus.

 

Si un hongo ha acabado con una planta infectando las raíces, no vuelvas a plantar en el mismo sitio, o si lo haces, sustituye la tierra por otra. No plantes un rosal en el mismo lugar que ocupó otro durante más de 6 años. Ahí habrá hongos, nematodos y un suelo empobrecido en nutrientes minerales. Si lo haces, deberás sustituir la tierra por otra de otro lugar haciendo un buen agujero de 50 cm de diámetro e igual profundidad.

 

Una planta con un mantenimiento adecuado, con su riego, su abono, su luz, temperaturas, etc., es mucho más resistente a los ataques de plagas y enfermedades por estar fuerte y vigorosa.

 

El riego debe ser lo necesario, ni mucho ni poco. Un riego excesivo acarrea la pudrición de las raíces y que estas se "malacostumbren" al riego, sufriendo cuando les falte un cierto tiempo. Una planta no debe pasar sed. También es importante la calidad del agua de riego. Si el agua de riego contienen mucha cal podría inducir a que las plantas acidófilas (Hortensia, Gardenia, Azalea, Rododendro, Brezo, Camelia, etc.) sufran de una carencia de Hierro. En este caso se debe bajar el pH del agua, por ejemplo con ácido cítrico, si es que se quiere regar estas especies con aguas duras. También debe tenerse cuidado con las aguas de pozo que sean salitrosas.

 

Se debe evita mojar las hojas y las flores con el riego puesto que favorecen el desarrollo de enfermedades. El riego debe darse al pie o base del tronco. En el caso de plantas de interior sensibles a Botritis (Ciclamen, Cineraria, Kalanchoe, Saintpaulia, Culantrillo, etc.) deben regarse por abajo, poniéndolas sobre un plato con agua durante un rato para que la absorban, luego retíralo.

 

La fertilización correcta y equilibrada es la base para un buen desarrollo de las plantas. La fertilización debe realizarse en forma constante de acuerdo a los análisis de suelo, pero en caso contrario cuando menos cada año. Los elementos básicos requeridos son: El Nitrógeno (N) que da vigor y abundancia de hojas. El Potasio (K) que aumenta la resistencia de la planta a las enfermedades, a la sequía y al frío. Y el Fósforo (P) que estimula un abundante desarrollo de raíces. El exceso de nitrógeno hace a las plantas más tiernas para los insectos, por ejemplo, los Ácaros (Araña roja) aumentan su ataque.

 

La FAUNA AUXILIAR es muy importante. Se debe brindar protección a los insectos beneficiosos (depredadores y parasitoides de plagas), y las aves insectívoras. El insecto depredador más conocido es la Mariquita que se come a los Pulgones. Como ejemplo de insecto parasitoide podemos poner a las avispillas que ponen sus huevos dentro de pulgones y se lo van comiendo por dentro respetando los órganos vitales en una primera fase.

 

Para potenciar la fauna auxiliar se puede hacer varias cosas:

    1. No se deben realizar tratamientos químicos que maten, además de la plaga que se quiere controlar, a los insectos beneficiosos. Procure emplear productos que sean lo más selectivos posibles o, al menos, tratar sólo cuando no haya más remedio por la gravedad de la infestación.

    2. Realizar la recolecta de insectos de este tipo y distribuirlos. También se pueden comprar.

    3. Aportar alimento complementario, por ejemplo, realizar el rociado de levadura y azúcar sobre las plantas para mantener a los depredadores polífagos (Crisopas, Sírfidos y Coccinélidos) cuando no abunden las plagas.

    4. Incrementar los pájaros insectívoros que se comen a los insectos que queremos eliminar. Puedes poner cajas-nido, cerca del huerto o en el jardín. Durante la época de cría es cuando más capturan.

 

Elimina las malas hierbas ya que albergan plagas (Pulgones, Trips, Ácaros, etc.) y enfermedades (por ejemplo, la Corregüela es una hierba que siempre tiene el hongo Oídio y de ella pasa a nuestras plantas por el viento). Aunque también contienen insectos beneficiosos que comen o parasitan a dichas plagas. Es decir, por un lado es positivo quitar las hierbas y por otro lado, no.

 

Se deben recoger y quemar las hojas que hayan sido atacadas por hongos. De esta forma, se elimina el hongo que ahí se mantiene y que podría infestar el próximo año. Por ejemplo, en Botritis es fundamental la retirada de restos de cultivo y de plantas afectadas por la enfermedad.

 

También debemos deshacernos de los restos de cultivo o de poda en el huerto y/o jardín. Un uso válido es para hacer composta (siempre que no esté enfermo ese material). Las larvas y crisálidas pasan el invierno hibernando en la tierra o entre los restos de las plantas marchitas, por lo que la limpieza del jardín es una buena forma de prevenir. El movimiento o rotación del suelo y cultivos ayuda a evitar los gusanos del suelo (Gusanos blancos, grises y de alambre) las plagas del mismo debido a la exposición de estas al sol y viento, así como de los hongos, y nematodos. Si plantas las mismas especies en el mismo sitio año tras año, estás favoreciendo su presencia.

 

Se deben evitar heridas en las plantas porque por ahí entran hongos como Botritis, Chancros en tronco y ramas, etc. y bacterias. Puertas de entrada son: cortes de poda, rotura de ramas, grietas por el frío, pequeñas heridas provocadas por insectos, lluvias fuertes en plantas delicadas, etc. Para prevenir hongos debe haber una buena ventilación en lugares cerrados como invernaderos o terrazas acristaladas.

 

Las podas deben ser realizadas en su momento y correctamente. El enmarañamiento de árboles y arbustos puede solucionarse mediante poda para mejorar la aireación e insolación del interior de la copa. Se reduce así la proliferación de hongos y otros patógenos. Se deben desinfectar las herramientas de poda para no transmitir bacterias o virus de una planta a otra.

 

Existen plantas que ahuyentan a las plagas a modo de repelentes naturales. No es efectivo 100%, pero constituye un complemento que ayudará. Por ejemplo, un jardín o huerto rodeado con algunas aromáticas como Salvia, Ruda, Romero o Lavanda. Entre el cultivo habitual, Menta, Estragón, Tomillo o Albahaca.

 

Si el año anterior ha habido ataques fuertes de alguna plaga u hongo es lógico que vuelva a manifestarse y puedes tratar preventivamente. Por ejemplo, en el césped, la Rosquilla negra, Fusarium, Phythium...

 

Recuerde que los insecticidas y fungicidas se usan como preventivos en no combativos.

 

PLAGAS MÁS COMUNES EN EL JARDIN:

  • Pulgones

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Clavan su pico chupador y absorben savia. Deforman hojas y brotes, que se enrollan. Debido a la mielecilla que dejan aparece también el hongo tizón negro (Fumagina spp.), de color negro, y hormigas que cuidan a los Pulgones. Hay pulgones de diferentes colores: verdes, amarillos, marrones y negros.

Si el ataque es débil, se pueden cortar las hojas y brotes dañados y darle un baño con agua jabonosa. Un remedio casero consiste en pulverizarlos con una dilución de una cucharadita de jabón blando y un poco de alcohol metílico en un litro de agua. Esto se debe repetir regularmente. Si no, se debe aplicar algún insecticida a base de bifentrina + abamectina, zeta-cipermetrina o endosulfan.

  • Cochinillas y cenicillas.

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Provocan deformación y la posterior caída de hojas. Se presentan como escudos blancos o marrones con la superficie descolorida. Puede aplicarse algún producto a base de ingrediente activo bifentrina o etion.

  • Mosquita blanca

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Las hojas pierden color, se enrollan y llenan de una sustancia pegajosa (melaza) y pueden caerse de la planta. Sobre esta sustancia pegajosa se asienta el hongo de la fumagina. Es muy útil realizar aplicaciones de insecticidas preventivamente contra Mosca blanca y Pulgón, dos plagas a las que son muy sensibles las plantas ornamentales. Aquí debe utilizarse productos que contengan como ingrediente activo flonicamid, bifentrina + zetacipermetrina, endosulfan.

  • Ácaros (Araña roja)

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Son unas arañas pequeñísimas de 1 milímetro que cuesta trabajo verlas a simple vista, esto solo podrá ser con ayuda de una lupa o pequeño microscopio y se podrán observar unas arañitas rojas minúsculas.

Si tienes Araña roja, se debe aplicar un acaricida, el tratamiento deberá repetirse cada 15 días en los meses de calor, y posteriormente nada, debido a que sólo actúan con temperatura alta. Si se moja la planta con agua por encima, el agua molesta mucho a estos insectos. Moja de vez en cuando más no continuamente debido a que por el exceso de humedad podríamos provocar la presencia de enfermedades. Aquí se debe utilizar algún acaricida como podría ser con el ingrediente activo abamectina, bifentrina + abamectina, o bifentrina + zeta-cipermetrina.

  • Gusanos del suelo

 

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Son gusanos de distintas especies (blancos, grises o marrones) que se comen las raíces. Los Gusanos blancos son los más habituales por ejemplo la “gallina ciega” o “nixticuil”. Para comprobar si tienes estos peligrosos bichos, saca el cepellón de las macetas e inspecciónalo con cuidado, sin dañar dicho cepellón; y también, con los dedos o una pala de mano, explora por la superficie a ver si descubres algunos.

Si aparecen deberás tratar la tierra con alguno de estos productos, por ejemplo, Bifentrina, zeta-cipermetrína o cualquier otro producto indicado para gusanos del suelo.

  • Nematodos

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Son unos gusanitos que no se ven a simple vista, son microscópicos. Se meten en las raíces y las dañan. La planta presenta síntomas, como si le faltara agua (lógico, las raíces están perdiendo funcionalidad, no absorben agua). La solución es muy difícil en plantas infectadas. Deberá aplicarse un nematicida a base de cadusafos.

 

ENFERMEDADES MÁS COMUNES EN EL JARDIN:

  • Botritis o Moho gris

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Aparece en hojas y flores por un exceso de humedad y falta de luz y aire. Se debe cortar lo dañado y aplicar algún fungicida antibotritis a base de clorotalonil.

  • Roya

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Hongo que aparece por exceso de humedad, sobre todo en primavera y otoño. Aparecen unas hinchazones o bultitos en hojas que se transforman después en manchitas amarillas, marrones o rojizas.

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Se deben realizar pulverizaciones preventivas con productos a base de cobre o azufre mojables. Se debe de aplicar los fungicidas al menor síntoma debido a que posteriormente es difícil su control.

 

 

M.C. JAIME SANTILLAN SANTANA

Gerente de Cuentas Claves de Productos Especiales

y Salud Pública de FMC Agroquimica de México

Profesor Investigador de la Universidad de Guadalajara.

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