Es común que durante la vida de las mascotas, éstas padezcan de infestaciones por parásitos externos, de los cuales podemos mencionar las pulgas y las garrapatas. Es importante conocer a estos parásitos para poder prevenir infestaciones, controlarlos o eliminarlos de nuestras mascotas. Comenzaremos hablando de:
Infestación por pulgas en perros y gatos
Las pulgas son insectos pequeños y de color marrón oscuro. No tienen alas y son extremadamente angostas lo que les permite pasar entre el pelaje con facilidad. Su último par de patas están modificadas para saltar. Tienen numerosas espinas y vellos sobre su cuerpo y las partes de su boca están adaptadas para perforar la piel y chupar sangre.
La infestación por pulgas es la condición ectoparasitaria más común de perros y gatos. Siendo la Ctenocephalides felis la especie de pulgas más común asociada con perros y gatos.
El ciclo de vida de una pulga consiste de cuatro etapas: huevo, larva, pupa y adulto. Los huevos son depositados sobre la mascota, no están sujetos firmemente y se caen cuando la mascota se rasca, corre, juega. Los huevos usualmente se incuban de 1 a 10 días, dependiendo de la temperatura y humedad.
Las larvas de las pulgas son muy diferentes a las pulgas adultas. Tienen la apariencia de gusanos, se alimentan de material orgánico, incluyendo partículas de sangre seca y excremento desechado por las pulgas adultas. El estado larval usualmente dura de 5 a 11 días, dependiendo en la disponibilidad de alimento y el clima.
Cuando están completamente desarrolladas, las larvas producen un capullo sedoso en las cuales se pupan. Como el capullo es pegajoso, se cubre rápidamente con basurita del ambiente que sirve como camuflaje. Los capullos de pulgas pueden encontrarse en la tierra, vegetación, alfombras, bajo muebles y en camas de animales. Bojo condiciones de aproximadamente 27º C y humedad relativa de 80%, la pulga adulta empieza a salir aproximadamente 5 días después de la pupación y alcanzan su salida pico en 8 a 9 días. Tan pronto como la pulga se ha desarrollado completamente, sale del capullo bajo propio estímulo, esto es, presión física, dióxido de carbono y calor.
La pulga adulta completamente formada que vive en el capullo, si no recibe el estímulo apropiado para salir, puede permanecer inmóvil en el capullo durante varias semanas, siendo de sobrevivir por 140 días dentro del capullo si se les protege de la desecación. Además son extremadamente resistentes a insecticidas. Debido a esto, las pulgas pueden continuar saliendo de capullos durante 4 semanas después de la aplicación de la insecticida en el ambiente.
Dependiendo de la temperatura y la humedad, el ciclo de vida completo de la pulga puede ser completada en tan poco como 12 a 14 días o puede prolongarse hasta 174 días. Bajo la mayoría de las condiciones de casa completan su ciclo de vida en 3 a 4 semanas.
Después de salir del capullo, la pulga casi inmediatamente empieza a buscar un hospedero. La fototaxix positiva y geotaxis negativa que se han demostrado en pulgas aumenta su éxito para conseguirlo, porque las recién salidas se mueven directamente a la parte superior de la alfombra o vegetación, donde más fácilmente encontraran un hospedero al cual subirse.
Una vez en el huésped comienzan a alimentarse y el apareamiento ocurre dentro de las primeras 8 a 24 horas. La pulga hembra empieza a producir huevos dentro 36 a 48 hrs después de su primer alimento y son capaces de producir 50 huevos por día por más de 100 días.
En infestaciones graves, las pulgas pueden causar anemia de tipo ferropénica, especialmente en animales jóvenes. También está implicada en la transmisión de otro parásito intestinal Dipylidium caninum, el cestodo intestinal más común del perro y el gato (y ocasionalmente del hombre) además de producir Dermatitis Alérgica por Pulgas (DAP) que representa la hipersensibilidad más prevalente en perros y gatos.
Infestación por Garrapatas en el Perro
Las garrapatas y las enfermedades que transmiten han experimentado un auge en el interés popular en los últimos años. Este auge parece estar motivado por una clara conciencia del riesgo que las garrapatas suponen tanto para los animales domésticos como para el hombre.
Las garrapatas son ácaros que pertenecen a la clase Arácnida y se parecen a los insectos solo superficialmente ya que difieren por presentar la cabeza, el tórax y el abdomen fusionado formando un cuerpo no segmentado. Todas las garrapatas son succionadoras de sangre obligadas y por consiguiente parásitos de los animales domésticos, silvestres y el hombre.
Las garrapatas se clasifican en dos familias, la familia Ixodidae, también conocidas como garrapatas duras, ya que se caracterizan por tener un escudo, pequeño en las hembras y grande en los machos. Por otro lado, tenemos a las garrapatas de la familia Agasidae conocidas como garrapatas blandas, ya que no cuentan con escudo. Por su importancia en la transmisión de enfermedades hacia el perro nos enfocaremos únicamente en las garrapatas de la familia Ixodidae.
De ésta los géneros presentes en México son: Amblyomma, Boophilus, Aponomma, Dermacentor, Haemaphysalis, Ixodes y Rhipicephalus.
De los cuales, las especies de importancia para el perro son:
Rhipicephalus sanguineus, Amblyomma americanum, Ixodes escapularis, Dermacentor variabilis, Boophilus microplus.
Siendo Rhipicephalus sanguineus la más común en las infestaciones del perro.
El ciclo biológico de las garrapatas consta de cuatro estadios (huevo, larva, ninfa y adulto). El desarrollo de las garrapatas ocurre en uno, dos o tres hospederos por lo que se denominan garrapatas de 1, 2 ó 3 hospederos.
Las especies enunciadas arriba (a excepción de Boophilus microplus, que es de un solo hospedero) son de 3 hospederos, la larva se alimenta en un primer hospedero, cae al suelo y muda al estado de ninfa, esta se alimenta hasta estar repleta, se deja caer al suelo y muda; finalmente el adulto se sube a un tercer hospedero en donde se alimenta nuevamente y en el caso de las hembras después de la monta y la repleción alimenticia caen al suelo y buscan un sitio protegido para ovopositar.
En cada fase del ciclo se desprende del hospedero tras un periodo de tiempo variable (3 – 10 días), tras el cual muda entre la vegetación o en el interior de la perrera o interior de la casa. Algunas garrapatas dependen exclusivamente del perro y del hábitat doméstico para perpetuar sus poblaciones mientras que otras utilizan un abanico variado de hospederos silvestres, además de afectar al perro.
Rhipicephalus sanguineus: Garrapata café del perro. Es una de las garrapatas que tiene distribución mundial. Su actividad en zonas templadas es estacional, desde la primavera hasta el otoño. En invierno es menor la presencia de esta especie, pero en zonas tropicales y subtropicales, puede hallarse durante todo el año. Esta garrapata es incapaz de vivir en climas fríos, pero puede sobrevivir gracias al cobijo que el hombre proporciona a sus perros. Las características que permiten una identificación del parásito relativamente sencilla son: tamaño relativamente grande, color café, ausencia total de manchas dorsales. Cuando se alimentan, pueden permanecer restringidas sobre ciertas zonas del cuerpo del perro, comúnmente en las orejas , cuello y patas, o en casos de infestaciones masivas, extenderse por todo el cuerpo del animal.
Todas las garrapatas responden exclusivamente a una combinación adecuada de temperatura, humedad, horas e intensidad de la luz. Cuando esta combinación aparece, las garrapatas están activas (en busca de un hospedero) y el ciclo se desarrolla más rápidamente y con menor mortalidad. En ausencia de la combinación específica para cada especie, las garrapatas no están activas o la mortalidad es mayor. Las bajas temperaturas impiden el desarrollo del ciclo y la actividad de la mayoría de las especies.
En condiciones favorables, el ciclo de Rhipicephalus sanguineus puede completarse en 63 días. En zonas cálidas pueden darse varias generaciones por año, mientras que en las zonas templadas es más frecuente la prolongación del ciclo y una marcada estacionalidad.
Otro factor fundamental para el desarrollo de las garrapatas es la humedad relativa, cuando ésta es elevada, siempre se favorece la supervivencia de las garrapatas y les permite permanecer mayor tiempo en actividad. Otro factor importante es el fotoperiodo, un aumento en el número de horas luz estimula la actividad de las garrapatas.
La lesión de fijación de la garrapata es el comienzo de intercambios importantes entre el hospedero y el parásito, la respuesta inmediata se caracteriza por una zona enrojecida que rodea el punto de fijación, generalmente la comezón que producen es mínima, sin embargo hay animales que pueden tener una reacción de hipersensibilidad. Puede causar efectos tóxicos ya que la saliva de la garrapata contiene enzimas y neurotoxinas que pueden provocar parálisis. Provoca anemia y debilidad al consumir grandes cantidades de sangre (la ingestión de sangre puede alcanzar hasta 3ml en una hembra repleta). Además son trasmisoras de otras enfermedades producidas por parásitos, bacterias o virus.
Dentro de las enfermedades que puede trasmitir están: Babesiosis, Enfermedad de Lyme (esta también es trasmitida al hombre), y Echiriliosis.
Control de pulgas y garrapatas
Para proporcionar un adecuado control de las pulgas y las garrapatas por largo tiempo debe realizarse un “Control Integral de las Pulgas”, esto implica:
- Eliminar las pulgas (adultas), o garrapatas (larva, ninfa o adulto) presentes en el animal
- Eliminar las pulgas (huevos, larvas, pupas), o garrapatas (huevo, larva, ninfa y adulto) presentes en el medio ambiente
- Prevenir infestaciones futuras.
El primer paso para el “control Integral tanto de las Pulgas como de las Garrapatas” es eliminar a las que se encuentran presentes en el animal. El tratamiento para mascotas se puede lograr de varias maneras, existen diversos productos para este fin, entre ellos los Collares con Diazinon para las pulgas (Preventef®) que eliminan las pulgas adultas presentes en el perro o gato; y los Collares con Amitraz (Preventic®) para eliminar a las garrapatas presentes en el perro. Ambos collares tienen un efecto residual prolongado (4 meses), actúan por contacto por lo que el parásito no tiene que morder para intoxicarse, y en el caso de las garrapatas evita la trasmisión de enfermedades.
El programa ideal para controlar pulgas y/o garrapatas no existe, se debe establecer una excelente comunicación con el propietario, tomándose en cuenta las característica biológicas de cada uno de los parásitos, las características del hábitat de la mascota, las posibles reinfestaciones, los productos que pueden utilizarse y el compromiso del propietario para establecer un programa de control.
Asesor Técnico en Animales de Compañía
Laboratorios Virbac México
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