Editorial TCU No. 25

Editorial

Actualmente existen diferentes maneras de poder tener un Manejo Integrado de Plagas (MIP), que se maneja en combinación con diversos métodos para prevenir o minimizar daños de cada uno de los organismos que atacan y resultan perjudiciales para nuestros jardines.

La idea no es erradicar la plaga, sino utilizar métodos de control para evitar afectar tanto al medio ambiente, dejar de ser un riesgo para los animales, así como para las plantas y humanos.

Por eso es importante considerar un MIP tanto en jardines, hoteles, campos de golf, clubes deportivos, jardines de hospitales, casas habitación, parques, escuelas, etc. Tomando en cuenta que su funcionamiento será a partir de la prevención y el seguimiento.

Por ello, debemos identificar correctamente de qué tipo de plaga se trata y que parte es la que está afectando mayormente, para seleccionar correctamente la práctica que debemos seguir. De esta forma, lograr controlar desde el primer síntoma, así como el deterioro que causan, ya que los plaguicidas están fabricados para controlar determinadas plagas, que pueden resultar ineficaces para controlar otras.

Es vital, conocer los requisitos específicos de las variedades de las plantas ornamentales afectadas para diagnosticar de manera precisa sus problemas. Por lo que debemos obtener un historial de plantas y plagas que lo afectan.

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