Estas plagas pueden ocasionar severos daños a nuestras casas y negocios, pues no sólo afectan la estructura, sino que causan una mala imagen dentro de ellas. Las termitas suelen comer madera, textiles, papel, cartón y todo aquello que contenga celulosa, mientras que las cucarachas y otros insectos infectan alimentos y las zonas por donde pasan. Tales animales, se anidan dentro de los gabinetes de cocina, detrás de la nevera y todo aquel espacio donde encuentran restos de comida y humedad; así también suelen tener hábitos nocturnos.
Las cucarachas pueden ser eliminadas de cierta área siempre y cuando no se descuide el tratamiento y las sugerencias del manejo integral de plagas que ofrezcan los técnicos. Cuando usted puede ver cucarachas u otros insectos en su cocina, esto posiblemente sea un indicador (casi en un 90%) de que su residencia tiene una alta infestación. Las soluciones caseras nunca terminan con el problema y a veces pueden perjudicar su salud y su bolsillo.
Las termitas son una plaga que está latente en muchas ciudades de nuestro país durante todo el año, pero se manifiesta principalmente en los meses de mayo a octubre, después de las lluvias. No siempre es fácil detectar la presencia de este tipo de daño, pero algunas veces dejan un rastro muy visible, esencialmente en las paredes de la casa o en superficies de madera, los cuales aparte de desagradables son costosos.
Las termitas son diminutos insectos que se encuentran en el subsuelo, donde tienen sus termiteros o nidos. Cada temporada lluviosa o cuando exista exceso de humedad en el subsuelo, salen a trabajar nuevos nidos y es donde se detecta su presencia. También se localizan debido a los inconfundibles pasajes de tierra que forman en paredes, techos y pisos, donde se abren paso en cualquier material buscando alimento, la única excepción para éstas es la madera de cedro.
Esta actividad se da por la carente existencia de una barrera química de protección, que las elimine, o bien proteja la edificación. Además, porque se dejan residuos de madera o rellenos de tierra, traídos de cerros donde abundan. Se hallan cantidades de hasta dos millones de estos insectos en cada colonia. Viven 1900 especies distintas, y la reina es la única que pone hasta 30,000 huevecillos diarios.
Las termitas nacen predestinadas a ser obreros, soldados o reproductores, o las tres fases en el mismo orden. Una vez que salen del huevo, pasan por dos estadios larvarios en los que se distinguen dos líneas de desarrollo: la que las lleva a convertirse en obreras, y la que lo hace en las formas aladas. Los soldados proceden de la línea de las obreras, pero sus individuos pueden proceder de otras castas intermedias. La vida de las termitas subterráneas, varía según el género de la casta. Una obrera (que es la casta principal) puede vivir de 1 a 2 años.
Las termitas subterráneas pueden construir sus nidos lejos de la tierra en algunos casos: en los que una parte de la colonia ha sido separada de la original (por ejemplo debido a un tratamiento químico), o en que la pareja real ha encontrado las condiciones adecuadas por encima del nivel del suelo, éste es un caso poco habitual, sin embargo puede darse. En una colonia puede haber más de una pareja reproductora y dependerá de la especie, ya que en las variantes de la península ibérica (Reticulitermes lucifugus), en principio hay una exclusiva pareja reproductora.
No se sabe con exactitud cuántos huevos diarios pone una termita reina, pero se calcula que logra colocar de media, unos 2000 huevos por día. Cuando la pareja real muere o se debilita, los reproductores secundarios dejan de recibir la inhibición que les provoca la reina, pudiendo completar su desarrollo y empezando la puesta. Aquellos suplementarios que antes y/o con más intensidad se desarrollen, serán los substitutos. En realidad todo el termitero se autorregula mediante un delicado equilibrio hormonal; en el que la reina es una parte muy importante, pero no la única: todas las castas intervienen en él.
