Anteriormente habíamos comentado que la Clase más grande del Phylum Arthropoda es la Arachnida, a la cual pertenecen las arañas, alacranes, ácaros y garrapatas. El Orden Acarina comprende a los ácaros y a las garrapatas. Existen alrededor de 50 mil especies descritas, pero se estima que hay entre 100 mil y 500 mil aún sin describir. Algunos ácaros tienen importancia económica al ser parásitos de plantas (son un serio problema en la producción agrícola), de animales (como las garrapatas de las abejas melíferas o las garrapatas del ganado y las mascotas) y del ser humano (como el ácaro de la sarna , la famosa ladilla y el ácaro del polvo causante de alergias ).
Uno de los temas más ligado de ácaros con el ser humano es precisamente el de las alergias. Se dice que una de cada cuatro personas sufre de alergias, y un factor importante es la presencia de ácaros (ácaro del polvo) en nuestras casas y en nuestra piel. Este ácaro parece ser una de las principales causas de asma. Aunque la contaminación, los malos hábitos de alimentación y la carga emocional (el estrés) y parte genética o hereditaria influyen para que se presenten; existen estos seres “invisibles” que han convertido de las alergias, un serio problema de salud pública.
Pero no sólo estamos expuestos al ácaro del polvo, sino a un sin fin de especies, tanto benéficas (elaboración de alimentos) como dañinas (transmisoras de enfermedades). Prácticamente cada género de ácaros requiere un conocimiento profundo de sus hábitos y ciclo de vida para elaborar estrategias para su combate.
Como siempre, mi mejor consejo es asesorarse con un especialista (aquí cabe mencionar que puede ser un médico general, un veterinario, un agrónomo, un biólogo… mejor aún, un profesionista especializado en entomología que le diga cuál es la especie de ácaro que le está causando su problema específico. Un profesional en este campo debe reconocer las principales especies que afectan al hombre, a los animales y a las plantas. Así podrá plantearle una estrategia de combate. Algo es seguro: no podremos eliminarlos ni dejar de vivir sin ellos. ¿A qué tipo de organismo le permitiría pasar la noche con usted sin su permiso en su cama? Claro: tiene que ser un ácaro.