El Phylum Arthropoda es el grupo de seres vivos más numeroso, abarcando el 90% del mundo animal. Se caracterizan por tener un exoesqueleto (esqueleto externo), el cuerpo dividido en partes distintas, patas y apéndices con coyunturas y simetría bilateral.
Entre las Clases que conforman el Phylum Arthropoda encontramos a los Insectos, Arácnidos y Crustáceos.
Los artrópodos pueden causar daño a la salud del hombre a través de 3 mecanismos:
a) Actuando como vectores de organismos patógenos.
Hay vectores mecánicos y biológicos. En el caso de los vectores mecánicos de agentes infecciosos bacterianos, virales o parasitarios, su participación no es estrictamente necesaria para la supervivencia y transmisión del microorganismo. Los representantes más característicos son las moscas y cucarachas. Los elementos infecciosos son simplemente transportados sin sufrir modificaciones esenciales: Salmonella typhosa, Salmonella parathyphi, Shiguella dysenteriae, B. De Koch, virus de la poliomielitis, quistes de Entamoeba histolytica,
huevos del helmintos, etc.
En los vectores biológicos su existencia es fundamental, como es el caso de los plasmodios de la malaria y los mosquitos Anopheles, el de la rickettsia del tifo exantemático epidémico y los piojos del hombre, o el del Trypanosoma cruzii y los triatominos que lo transmiten.
b) Siendo parásitos por sí mismos, ya sea en sus formas adulta o juvenil, como ocurre en general con los artrópodos hematófagos, pulgas, piojos, triatomas y garrapatas u otros, como los ácaros de la sarna que parasitan la piel o exclusivamente en su forma larval, como es el caso de las moscas productoras de Myiasis.
c) Produciendo cuadros tóxicos o alérgicos, o una combinación de ellos, como sucede con algunas especies de arañas y escorpiones, abejas, avispas y la mayoría de los artrópodos hematófagos.
Desde el punto de vista zoológico, los artrópodos de interés médico-sanitario se clasifican en 3 clases: insectos, arácnidos y crustáceos.
Los insectos, que son los artrópodos de mayor interés médico-sanitario se caracterizan por poseer 3 pares de patas y por tener el cuerpo dividido (cabeza, tórax, abdomen). Algunos poseen dos pares de alas como los triatomas; otros, un par, como es el caso de los mosquitos
y moscas y otros carecen de alas, como ocurre con los piojos y pulgas.
La característica principal de los arácnidos es poseer cuatro pares de patas. De ellos, las arañas y los escorpiones presentan el cuerpo dividido en cefalotórax y abdomen, en tanto que los acarinos no presentan ninguna división clara de su cuerpo, siendo la garrapata el más
representativo.
Los crustáceos poseen cinco o más pares de patas. Algunos de ellos son huéspedes intermediarios en ciertas helmintiasis, como es el caso de los camaroncitos de género Cyclops y la tenia Diphyllobothrium latum.