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Aspectos históricos de la lucha del hombre contra los insectos

paedes_aegyptiEn la primera mitad del siglo pasado,diversos investigadores formularon teorías sobre la transmisión de la malaria y fiebre amarilla por los mosquitos. Sin embargo se puede decir que el punto de partida lo marca Patrick Manson, quien en 1878 observó el desarrollo de una filaria en el cuerpo de un mosquito, junto con Bancroft, Low y otros colaboradores probó, además,que esa especie de mosquito era el huésped intermediario de la filiariasis. Los trabajos de Manson fueron continuados por Ronald Ross, quien, junto con Giovanni Battista Grassi, tuvo el honor de aclarar el misterio de la transmisión de la malaria. El descubrimiento de la transmisión de la malaria por el mosquito del género anopheles fue confirmado posteriormente por el mismo Manson en Londres en 1900.

Sir David Bruce, médico escocés,demostró en 1894-1895 que la mosca tse-tsé transmitía el nagana, enfermedad grave producida por un parásito protozoario, el Trypanosoma gambiense, y afirmó que la forma de controlar la enfermedad consistía en eliminar la mosca tsetsé.

En América, gran número de distinguidos médicos contribuyeron al conocimiento de la importancia de los insectos en la transmisión de enfermedades, y entre ellos el médico cubano Carlos J. Finlay, quien en 1880 fue designado presidente de una comisión para el estudio de la fiebre amarilla, enfermedad que no sólo azotaba a su patria, sino a América del Norte, Centroamérica y América del Sur. En 1881 presentó a la Academia de Ciencias un trabajo en el cual concluye, entre otras afirmaciones, que la fiebre amarilla es una enfermedad inoculable por medio de la picadura del mosquito diurno de La Habana, y por consiguiente debe evitarse que los enfermos atacados de esta infección son picados por los mosquitos, a fin de controlar la propagación de la enfermedad.pmosco_aedes

 
 

Esta teoría fue acogida con escepticismo, ya que aún existía la creencia de que la fiebre amarilla era causada por miasmas u otros factores telúricos y misteriosos, lo cual retrasó por años la construcción del canal de Panamá, y el gran número de víctimas que hubo que lamentar.Finlay propuso en 1898 a estados Unidos un programa de control de la enfermedad y si bien no tuvo la fortuna de dirigirlo, basado en su teoría, el general Gorgas logró el saneamiento del canal de Panamá. En 1900, Walter Reed comprobó, en colaboración con James Carrol, Arístides Agramonte y Jesse W.Lazear, la veracidad de la teoría de Finlay. En 1898, Simmond logró transmitir la peste a ratas sanas, por intermedio de pulgas infectadas en ratas apestadas. Posteriormente fueron confirmados estos resultados.
A comienzos del presente siglo, varios investigadores comprobaron el papel que desempeñan los insectos en la transmisión de diversas enfermedades, entre los cuales cabe mencionar, además de Bruce, a Stephens, Fantham, Graham, Ashburn, Graig y otros.

En 1909, Nicolle, Comte y Consel, que trabajaban en Túnez, y Ricketls y Wilder, que lo hacían en México, probaron experimentalmente que el piojo del cuerpo era el portador del germen causal del tifo exantemático. En ese mismo año, el investigador brasileño Carlos Chagas demostraba que los triatomas transmitían el parásito que lleva su nombre. Por otra parte, numerosos investigadores han demostrado también el papel que la mosca doméstica y otras especies similares tienen en la transmisión de una seriede enfermedades.

En relación con las actividades que se han desarrollado en Chile, se puede decir que se ha seguido muy de cerca el progreso y evolución científica del papel que a los insectos les corresponde como portadores de infecciones diversas, basándose su control en el conocimiento de la biología, ecología y hábitos de los insectos, aplicando las técnicas y métodos más adecuados, según el progreso científico alcanzado. El período colonial y parte de la vida independiente se caracteriza por el predominio de concepciones empíricas y hasta mágicas en relación con el origen y control de las enfermedades, notándose en ciertas ocasiones, y en caso de epidemias, medidas bastante sensatas en relación con la prevención de ciertas enfermedades. La cuarentena y los cordones sanitarios eran los procedimientos más usados para impedir la penetración de epidemias al país o contenerlas en su avance dentro del territorio. Durante el siglo pasado, la creación de la Escuela de Medicina, el progreso constante de la organización y legislación sanitaria y los conocimientos científicos, junto con el desarrollo institucional y general del país, produjeron un mejoramiento apreciable de las condiciones de salubridad.pmoscofa

 
 

En el presente siglo, Chile ha logrado alcanzar una posición destacada en relación con el control de enfermedades transmitidas por insectos, y en la actualidad el país puede exhibir sus estadísticas vitales libres de malaria, fiebre amarilla y peste bubónica, que tantas víctimas ocasionaron en el pasado, y por otra parte se ha controlado con buen éxito el tifo exantemático y el tifo murino. El paludismo existió en Chile con carácter endémico sólo en la región norte del país y su único vector ha sido el mosquito Anopheles pseudopunctpennis. Los valles afectados por estos mosquitos fueron, de Norte a Sur, los de Lluta y Azapa, las cañadas de Vitor, Camarones, Suca, Miñimiñi, Tama, Tilibiche, Tarapacá y el oasis de Pica, cuyos terrenos constantemente húmedos y pantanosos, son apropiados para el desarrollode este vector. En Julio de 1937 se inició una verdadera campaña antipalúdica, a cargo del Servicio nacional de Salud, con la colaboración del cuerpo de Carabineros y maestros. Se realizó una intensa campaña antilarval y obras menores de ingeniería en relación con la desecación de pantanos y charcos, y construyendo canalizaciones. También se efectuaron campañas contra el imago, y finalmente, en 1945, desapareció el paludismo, no presentándose hasta el presente ningún caso autóctono. El año 1948-1949 no se captó ningún imago de los mosquitos, manteniéndose hasta el presente una vigilancia antianofélica. Actualmente el anofelismo no presenta problemas; sin embargo, en forma periódica se están ejecutando breves campañas de vigilancia.

La inspiración, concepción técnica e iniciación de la campaña se debe fundamentalmente al hombre de ciencia y profesor, doctor Juan Noé, quien el año 1921 identificó por primera vez en Chile el Trypanosoma cruzii, causante de la enfermedad de Chagas, transmitida por la vinchuca, insecto hematófago que vive desde la provincia de Tarapacá hasta Colchagua. En 1945, a raíz de la campaña antipalúdica y lucha contra otros vectores (triatomídeos, pedínculos, pulícidos, etc.) se determinó la realización de una encuesta para precisar el grado de infestación del Aedes aegypti, tendiente a efectuar una lucha a fondo contra este vector. Hubo 44,4% de casos positivos.

Aprovechando los trabajos contra el paludismo, se atacó al Aedes Aegypti con DDT (imago y larval) junto con medidas de higiene y saneamiento. El índice bajó extraordinariamente.Con posterioridad se siguió la lucha, y en abril de 1961 se realizó la inspección de revisión final con los técnicos de la Oficina Sanitaria Panamericana y del Servicio Nacional de Salud. Los resultados fueron negativos, declarándose eliminado el Aedes aegypti del territorio de la República de Chile, dejando de ser un país receptivo para la fiebre amarilla. Esta declaración fue confirmada por el Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud. Desde esa época, el país está alerta.

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