La presencia de roedores en entornos habitados por humanos puede representar un riesgo significativo para la salud. Estos pequeños mamíferos pueden ser portadores de diversas enfermedades, y su presencia y actividad pueden desencadenar problemas de salud que van desde leves molestias hasta afecciones graves. Aquí se exploran los riesgos para la salud asociados a la infestación de roedores:
Transmisión de Enfermedades
Los roedores pueden ser portadores de una amplia gama de patógenos y parásitos que pueden transmitirse a los humanos a través de su orina, heces, saliva o contacto directo. Algunas enfermedades transmitidas por roedores incluyen:
1. Hantavirus: Transmitido por la inhalación de partículas virales presentes en las heces, la orina o la saliva de roedores infectados. Puede causar síntomas similares a los de la gripe y, en casos graves, problemas respiratorios.
2. Leptospirosis: Una infección bacteriana que se puede adquirir al entrar en contacto con agua o suelo contaminado con la orina de roedores infectados. Puede provocar fiebre, dolores musculares, ictericia y problemas renales.
3. Salmonelosis: Causada por la bacteria Salmonella, que puede transmitirse a través del contacto con alimentos o agua contaminados por roedores. Los síntomas incluyen fiebre, náuseas, vómitos y diarrea.
4. Peste Bubónica: Aunque rara en la actualidad, aún puede presentarse en áreas específicas del mundo. Se transmite a través de pulgas que han mordido a roedores infectados y puede causar fiebre, ganglios linfáticos inflamados y, en
casos graves, neumonía.
Problemas Respiratorios y Alergias
Las partículas de excrementos y pelos de roedores pueden liberarse en el aire y provocar problemas respiratorios y alergias
en personas sensibles, como:
1. Asma: La exposición a alérgenos de roedores puede desencadenar síntomas de asma, como dificultad para respirar, tos y sibilancias en individuos susceptibles.
2. Rinitis alérgica: La presencia de partículas de roedores en el aire puede causar congestión nasal, estornudos, picazón en los ojos y secreción nasal en personas alérgicas.
