Un foco de insectos que afecta ya al 90% de los ejemplares del antiguo cuartel militar obliga a actuar de urgencia para salvar el resto del palmeral.
El can puede alertar de la presencia de adultos, larvas o pupas al acercarse al tronco . Perros adiestrados, que detectan la presencia del picudo rojo a través del olfato, rastrearon el palmeral de Bonrepòs i Mirambell para salvar sus 400 ejemplares del agresivo foco que afecta ya al 90% de las palmeras del viejo cuartel militar. La primera batalla se resolverá, precisamente, en este recinto en ruinas en el que, además, se mantiene el mayor asentamiento ilegal de la provincia de Valencia. Aquí malviven, desde hace años, más de un centenar de personas sin recursos. El avance de la plaga es tal en esta instalación que el Ayuntamiento decidió actuar de emergencia para evitar que el temido picudo acabe infectando al resto del palmeral.
Estos perros detectores preparados utilizan su excelente olfato para ‘marcar’ las palmeras ya afectadas por el picudo rojo, ya sea en forma de adulto, larva o pupa. Una detección precoz, antes de que aparezca la típica sintomatología externa en la palmera, implica ganar un tiempo y evitar la muerte de la palmera o el riesgo de caída, lo que puede generar graves consecuencias personales según la zona en la que se encuentre. Bonrepòs fue la primera localidad de la provincia en la que se puso en marcha esta práctica que consiste en soltar, en cada búsqueda, a tres perros consecutivamente. Cuando el primero realiza el rastreo y detecta formas vivas en la palmera, se para en ella, se encarama o se sienta justo al lado. Después se suelta a un segundo y después a un tercero para analizar todas las coincidencias.