EL MONITOREO EJE DEL M.I.P.U.
Independientemente de la institución de que se trate, escuelas, universidades, plantas elaboradoras de alimentos, hoteles, hospitales, etc., los programas de MIPU (Manejo Integrado de Plagas Urbanas) deben garantizar la seguridad y bienestar de los usuarios, la protección y cuidado de sus instalaciones, así como la inocuidad de productos alimenticios que se manufacturan, elaboran, procesan o venden.
En el contexto ecológico, la tendencia actual es la reducción del uso y aplicación de plaguicidas como insecticidas, raticidas, fungicidas, entre otros, con el objetivo reducir la llegada de sustancias químicas nocivas al suelo, mantos freáticos, contaminación y/o intoxicación de especies animales y vegetales de las cadenas alimenticias o tróficas y en consecuencia, el retorno de estas sustancias al género humano, al que llamaría “Efecto Boomerang”.
Todas estas consideraciones son el resultado de la falta de conocimiento de la ecología en general, la biología de las plagas, y los efectos ecotóxicos de los plaguicidas. No pretendo decir que no se usen estos materiales con alta efectividad para la eliminación de diversas plagas; sino que se usen en función de los resultados que se generen de acuerdo a un monitoreo de las plagas, en especial las rastreras que pueden ser fácilmente detectadas y manejadas por medio de este procedimiento.
¿Qué es el monitoreo?
Desde el punto de vista de control de plagas urbanas, podemos decir que el monitoreo es la inspección regular y continua de las áreas donde hay presencia de plagas o donde éstas puedan presentarse. El monitoreo permite tomar las decisiones de actuar de acuerdo a los umbrales o niveles de tolerancia de las diferentes plagas detectadas. De igual forma, el monitoreo permite anticipar las condiciones que dispararan las poblaciones plaga y así prevenirla antes de que se convierta en un serio problema.
Entre otras características el monitoreo:
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Ayuda a determinar si es necesario un tratamiento.
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Ayuda a detectar dónde, cuándo y qué tipo de tratamientos son necesarios.
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Permite evaluar y perfeccionar los tratamientos o estrategias de control.
¿Qué plagas se monitorean?
Cualquier tipo de plaga puede ser monitoreada. Sin embargo, debe considerarse que se puede tener una clasificación de las plagas de acuerdo a sus hábitos, biología, o potencialmente peligrosas como las plagas molestas, venenosas y transmisoras de enfermedades. En todos los casos se deben determinar los riesgos a la salud, alimentos, instalaciones, pertenencias, etc.
¿Qué se debe monitorear?
Los factores que propician el ingreso, establecimiento y dispersión de la plaga, así como las condiciones ambientales que contribuyen al desarrollo de la plaga como el frío, el calor, la humedad, las plantas, las malezas, la sanidad exterior e interior de las instalaciones, condiciones estructurales que van deteriorando el inmueble como grietas, hoyos, oxidaciones, desprendimientos de pintura en paredes y techos y otros tipos de daños materiales, etc.
En el caso de la plaga debe registrarse el nombre ( común y científico, si es posible), estado de desarrollo si es adulto, ninfa o larva, fecha, hora y lugar donde se observó el avistamiento o signo, así como nombre del técnico o supervisor responsable del monitoreo.
También se debe registrar la cantidad de plaga, cantidad y calidad del daño y localización de signos de presencia de plagas como excretas, exuvias, insectos atrapados en trampas, etc., así como la conducta humana, tanto de los usuarios como del profesional en manejo de plagas, que hacen posible la incidencia de organismos nocivos. Como por ejemplo, si se mantienen las puertas abiertas o las estaciones de control de roedores no reciben un mantenimiento adecuado, en las que hay roedores muertos que generan producción de malos olores que son atractivos a otras plagas.
¿Cuál es la herramienta o equipo usado para el monitoreo?
Formato de registro de observaciones y/o avistamientos.
Croquis o planos de distribución de los dispositivos de control.
Lámpara o linterna de mano con bulbo de halógeno (y en su caso, que se incluya con luz ultravioleta).
Trampas de pegamento.
Lentes de aumento (10X ó 15X)
Bolsas de plástico o viales para muestras.
Derramador o un cuchillo o espátula pequeña.
En los casos en que sea permitido cámara fotográfica.
Puede usarse un libro o cuaderno de registro por parte de los usuarios para que se anote los avistamientos y observaciones. Este registro debe contener la información del tipo de organismo observado, fecha, hora y lugar o sitio.
¿Qué tiempo se requiere para ejecutar el monitoreo?
La frecuencia y duración del monitoreo dependerá del tipo de plaga, lugar o sitio, así como las condiciones ambientales.
El monitoreo pude manejarse por medio de rutinas que pueden ser semanales, quincenales, mensuales o bimestrales, dependiendo del sitio y de la plaga. En interiores puede ser semanal y cuando el problema ha sido controlado puede extenderse este periodo. En algunas ocasiones, si la plaga es de hábitos nocturnos, puede efectuarse el monitoreo al anochecer para conocer algunos hábitos alimenticios o rutas. Una vez conocido esto, puede ser remplazado el monitoreo durante el día por medio de trampas de pegamento, observación de signos, etc.
¿Qué criterios son usados para niveles de tolerancia o umbrales de control?
El nivel de tolerancia o umbrales de control serán los valores o cantidad de organismos plaga en el que se deben tomar acciones de control físicas, mecánicas, sanitarias por debajo de este valor, y en caso de rebasarlo, realizar acciones de control químico por medio de insecticidas u otros plaguicidas. Con este juicio se reduce al mínimo la aplicación de plaguicidas.
La determinación de los niveles de tolerancia es un aspecto muy controversial y variable. Cada cliente y cada técnico tendrá una visión y concepción muy particular del problema, pues aspectos como estéticos (avistamiento de una cucaracha en el área de comensales), vectoriales (mosquitos del dengue en una localidad), económicos (incidencia de termitas en estructuras de madera como soporte), entre otros, formarán parte del valor que se aplique al umbral, así como sitio o ubicación de la plaga, época del año, tipo de lugar, plaga(s) presente(s), entre otros elementos a considerar. Por ejemplo, se puede tolerar una paloma pero no una rata, una hormiga pero no una cucaracha. Así mismo, lugares sensibles como plantas elaboradoras de alimentos el nivel de tolerancia o umbral de control en el área de producción para cucarachas es de cero. Esto conduce a que se deben establecer para cada área y tipo de plaga los umbrales de control o niveles de tolerancia.
El monitoreo es considerado como la “columna vertebral” del Manejo Integrado de Plagas Urbanas. Por lo tanto, debe de planearse y cimentarse consistentemente, pues de ello dependerán las medidas oportunas aplicables en las plagas a controlar. Un monitoreo deficiente, inconsistente, inoperante, con información escueta y sin evaluación de resultados, conducirá inminentemente al fracaso el proyecto del MIPU.
Por Biól. Luis Miguel Monroy R. lmmonroy@yahoo.com.mx
Asesor y Capacitador en Manejo de Plagas. Tel. 044 55 13 79 70 01