Las arañas son artrópodos pertenecientes a la clase aráchnida; junto con los diminutos ácaros, las garrapatas y los escorpiones, se caracterizan por tener ocho patas insertas en la parte del cuerpo correspondiente al tórax, carecen de antenas y de alas, en su mayoría tejen telas que a veces son muy vistosas. Las arañas por no tener esqueleto interno son invertebradas, por poseer patas articuladas son artrópodos, por tener cuatro pares de patas son arácnidos. Se alimentan de insectos y pequeños vertebrados. Muchas de ellas se encuentran en jardines y cultivos alimentándose de insectos dañinos, participando en el control biológico de las plagas agrícolas.
Algunas arañas conviven con el hombre. Son solitarias aunque algunas se agrupan en comunidades. En general no producen daños, al contrario, por su hábito alimentario, son beneficiosas, puesto que eliminan una buena cantidad de insectos dañinos. Sus telas y los restos de los insectos comidos son un factor de suciedad. Son indeseables y temidas porque todas las arañas tienen glándulas de veneno y aparato inoculador, siendo algunas capaces de provocar graves consecuencias en el hombre, incluso la muerte.
No es posible eliminarlas completamente, ya que luego de desinfestar un parque o vivienda, mueren algunas, se ahuyentan otras, pero pasado el efecto del producto usado, habrá nuevos ejemplares traídos por el viento desde áreas vecinas no tratadas. Muchas especies de arañas se asocian con la humedad, y por lo tanto, se encuentran en los sótanos, en espacios donde se pueden arrastrar los insectos y en otras partes húmedas de las construcciones. Otras viven en lugares secos, cálidos, por lo que se encuentran en las ventiletas de aire, en esquinas superiores de las habitaciones o en los áticos. Casi todas las especies se esconden en las hendiduras, en áreas oscuras o en otros lugares donde pueden construir la tela.
Hay aproximadamente 30.000 especies reconocidas, pero se sabe que hay muchas más en el planeta, sólo 20-30 especies poseen venenos peligrosos.
Especies – tipos de Arañas
Familia Sicariidae: Loxosceles laeta.
Familia Theridiidae: Latrodectus mirabilis; L. antheratus; L. variegatus, L. corallinus, L. diaguita, L. quartus.
Familia Sparassidae: Polybetes pythagoricus.
Familia Lycosidae: Lycosa sp.
Familia Ctenidae: Phoneutria fera; P. nigriventer.
Familia Theraphosidae: Grammostola sp.; Acanthoscurria sp.; Pamphobeteus sp.
Su cuerpo se divide en dos partes: cefalotórax, donde se encuentra la cabeza y el tórax pegados formando un sólo segmento, y el abdomen. Los arácnidos son una Clase distinta a la de los insectos. Una de sus características principales, y que los diferencia de estos, es que poseen ocho patas. En este grupo son tres los Órdenes más importantes: los araneidos o arañas, los escorpiones y los ácaros o garrapatas.
Esta clase se caracteriza por tener cuatro pares de patas ambulatorias articuladas, un par no ambulatorias que en los machos participa en el proceso de reproducción y un par de pinzas en la parte anterior de la cabeza. Su cuerpo se divide en dos partes: cefalotórax, donde se encuentra la cabeza y el tórax pegados formando un solo segmento, y el abdomen. En esta parte, las arañas lo tienen unido por una cintura delgada o pedúnculo, por el cual pasan todos los vasos sanguíneos, los nervios, los conductos respiratorios y el tubo digestivo. En el abdomen se encuentran las aberturas de las tráqueas, llamadas estigmas, y la salida de las glándulas productoras de la seda, más conocidas como hileras. El desarrollo de los integrantes de esta clase se produce a través de mudas del exoesqueleto (y no de metamorfosis), ya que las crías nacen con el mismo aspecto que tendrán cuando sean adultas. No presentan mandíbulas; por lo tanto, no tienen órganos masticadores. Tampoco presentan antenas.
Poseen en total seis pares de apéndices con articulaciones similares a las patas, pero con funciones distintas. El primer par, los quelíceros tienen forma de agujas y se encuentran delante de la boca, terminando en una punta; el segundo par, los pedipalpos, son más desarrollados y se encargan de recolectar los alimentos, y los cuatro restantes cumplen la función de traslado.
Las arañas son de vida libre, comúnmente solitarias y depredadoras. Viven en variados hábitats chilenos: el nivel del mar, las altas montañas, las costas marinas, los pantanos de agua dulce, los desiertos más secos, entre rocas, bosques, matorrales, hierbas e incluso junto a las casas. Todas las arañas poseen veneno. Las glándulas que lo contienen se encuentran en la base de los quelíceros y desembocan en la aguja a través de un canal.
La picadura de la mayoría de las arañas no es peligrosa para el hombre, ya que los quelíceros no son los suficientemente fuertes para perforar la piel de un ser humano o su veneno es muy débil, a diferencia de los animales, para quienes este veneno es mortal, principalmente para los artrópodos y algunos mamíferos, aves y reptiles.
En Chile, las arañas más peligrosas son la viuda negra o araña del trigo, que cuando pica al hombre puede producir una dolorosa rigidez muscular, y la araña de rincón. Las arañas conocidas como tarántulas o arañas pollitos son inofensivas, a pesar de su aspecto y del miedo que provocan.
Los ácaros, entre ellos las garrapatas, son muy pequeños, con la cabeza, el tórax y el abdomen completamente unido. En la mayor parte de las especies nace del huevo una larva de seis patas, pero luego se transforma en una ninfa de ocho patas y, finalmente, tras algunas mudas se convierte en adulto.
Los ácaros abundan en especies, viven en el suelo, en el humus, en los alimentos almacenados, en las aguas salobres o dulces, o como parásitos de animales y plantas. En cambio, las garrapatas se alimentan de la sangre de los reptiles, aves y mamíferos, y viven como huésped de estos animales.
