Los ácaros están logrando lo que no pudieron hacer los invasores de China en la antigüedad, destruir la Gran Muralla.
Esta maravilla de la antigüedad de 1,400 años, está siendo severamente afectada por ácaros que se alimentan de bacterias que se encuentran dentro de la piedra.
Estos artrópodos que llevan siglos viviendo en el interior de la piedra han destruido la estructura interior. Tal ha sido el daño que éste en combinación con las lluvias provocó que un sector de 30 metros se derrumbara.
Los investigadores que llevan un año realizando estudios, para poder controlar esta plaga ya iniciaron aplicaciones de acaricidas esperando que su efecto residual dure 14 años,. A la vez se están realizando investigaciones con diferentes materiales aislantes que prevengan futuros ataques de esta plaga.